La historia dice que una fábrica escocesa llamó a sus cuatro tipos de telas como las más importantes instituciones universitarias de la época: Cambridge, Yale, Harvard y, la que nos ocupa, Oxford (de ahí el nombre). Al parecer los jugadores de polo fueron los primeros en vestir esta tela durante sus partidos. Esta podría ser la razón por la cual se asocia sobre todo con un estilo pudiente y casual elegante

¿Cuál es la diferencia entre una camisa Oxford y una camisa estándar?

Hoy en día, sin embargo, la principal diferencia con la camisa estándar se debe a su estructura. Las camisas clásicas generalmente están hechas con materiales que podríamos denominar “finos”. La tela Oxford tiende a ser más gruesa, por lo que puede resultar algo más informal.

Además tiene un cuello tipo botón que elimina el problema de los cuellos que se doblan y se aplanan, o que desaparecen debajo del cuello de la chaqueta.

¿Con qué puedo usarla?

Lo mejor de la camisa Oxford, como ya comentábamos, es que es muy versátil y cómoda de llevar. Se puede combinar fácilmente con otros elementos para crear un aspecto tanto elegante como informal. Por ejemplo, si optas por este último, puedes unirla simplemente con unos pantalones vaqueros o pantalones cortos, y un par de zapatos con clase, como unos mocasines. También la puedes combinar con pantalones chinos, unos bonitos zapatos brogue (evolución de los zapatos tipo Oxford), una blazer y una corbata de punto para un toque elegante definitivo.

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